El Ministerio de Cultura de Perú ha sido el último en sumarse al rechazo generalizado contra una boda celebrada el pasado fin de semana en el país. La ambientación del enlace entre la hija de un político peruano y un aristócrata español recreó trabajos forzados de épocas pasadas y se adornó con personas disfrazadas de indígenas haciendo tareas domésticas. La oficina del Gobierno peruano encargada de la lucha contra el racismo ha calificado el espectáculo de irrespetuoso. “Reprochamos el empleo no adecuado de nuestra diversidad cultural con motivos comerciales o de ocio, ya que incide” en que se perciba como “algo exótico”, tuiteó este jueves Alerta Racismo, la plataforma estatal que enfrenta la discriminación étnico-racial en el país andino.
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Fuente:elpais.com/