Había mucho de falsa euforia cuando hace unos días recibíamos a 2021, dando por sentado que será mucho mejor que el año que dejamos atrás. La tregua ha durado poco. Visto con la perspectiva de apenas unas horas, el asalto de miles de seguidores de Donald Trump al Capitolio es un cisne negro: todas las señales estaban ahí —altas, claras, retransmitidas en directo por el propio presidente—, pero nadie pareció querer verla…
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Fuente:elpais.com/